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21 ago 2013

La ciudad la hacen los #Políticos y los #Albañiles; caso corredor turístico cultural #LuisBarragán

Fuente de la imagen: La Jornada


"La Jornada (Martes 20 de agosto de 2013) Crearán en Tacubaya el corredor turístico cultural Luis Barragán".

A propósito del programa #ProfecíaArquitectónica de #Micromégas de #90X60Radio, éste es un ejemplo más de aquélla frase "La ciudad la hacen los Políticos y los Albañiles".

Independientemente de quién o quiénes hayan realizado el proyecto que se muestra (seguramente realizado por algún área de alguna dependencia gubernamental de la Delegación Miguel Hidalgo) y el debate estético arquitectónico que pueda surgir entre los arquitectos y urbanistas sobre la imagen y la propuesta escrita, lo lamentable es en éste tipo de problemas que creamos nosotros mismos con nuestras "planeaciones bien intencionadas" para un beneficio cultural y turístico de una zona con la excusa alusiva a la obra de Luis Barragán y la necesidad de mejorar el contexto donde se encuentra, es preguntarnos ¿Qué sería mejor?, realizar ese proyecto con alcances y calidades inciertas, o que todo quede en una propuesta y exista un robo más de recursos económicos por parte de quienes nos gobiernan y administran.

Cualquiera de las dos potenciales posibilidades y otras más sería y es una verdadera pena, pensar en un éxito de esta propuesta sería una utopía mal planteada.

Ahora si esa propuesta hubiera sido realizada por algún Arquitecto-Urbanista con una trayectoria profesional o renombre, ya sea local o extranjero, otro debate sería en cuestiones formales, funcionales y estéticas por parte de los especialistas críticos y del gremio, pero aún así ya se han tenido experiencias similares con las mismas intenciones y el resultado ha sido el mismo, caso Estela de Luz en la misma ciudad.

Ante estas realidades y problemáticas de carácter urbanas, políticas y sociales, no queda más que seguir en esa lucha de transparencia y de equidad, para exigir que ese tipo de licitaciones y asignación de recursos no sean condicionados por quienes disponen de el, y ese tipo de encargos sean ofertados para quienes cumplan con los requisitos y capacidades para desarrollar de manera optima ese tipo de proyectos y su ejecución con un impacto urbano considerable, elevando así las probabilidades de éxito en los objetivos planteados. Esa es la verdadera Utopía.